El Parmigiano Reggiano, famoso y apreciado en todo el mundo, es también el producto alimenticio más imitado de la historia.
Sin embargo, no todo el mundo sabe que el Parmigiano Reggiano DOP sólo puede producirse en un territorio bien definido, comprendido entre algunas provincias del valle del Po, a saber, Parma, Reggio Emilia, Módena, Bolonia y Mantua.
El Consorcio del Parmigiano Reggiano se encarga de proteger y promover este tesoro excepcional.
De los Apeninos parmesanos nace el Parmigiano Reggiano DOP de montaña, hecho solo, como exige la norma, con leche, sal y cuajo.
El secreto de esta especialidad reside en la zona de producción: en estas verdes colinas las vacas respiran un aire sano y tienen libertad para pastar y alimentarse de hierbas y heno sabrosos y fragantes.
Se necesitan unos 14 litros de esta leche para obtener 1 kilo de Parmigiano; el largo proceso de maduración, entre otras cosas, secará aún más el queso. Por ello, el Parmigiano puede presumir de unas características nutricionales únicas.
El Parmigiano Reggiano que se fabrica hoy estará en su mesa dentro de al menos dos años. De hecho, debe apoyarse en unas tablas de madera especiales. Durante los meses de maduración, las ruedas se cepillan y giran periódicamente.
El queso se seca y la corteza adquiere un color amarillo pajizo, que se va oscureciendo con el paso del tiempo.
Finalmente, después de al menos 24 meses, se corta en trozos y se envasa al vacío; entonces llega a nuestro almacén, listo para llegar a sus mesas, a las mesas de los amantes de la buena comida de todo el mundo.